Durante los últimos años en el sector de la industria automotora las instalaciones robotizadas se han impuesto como estándar para los procesos de lavado de los motores. Ideado para poderse adaptar a modelos distintos y poder seguir fácilmente el desarrollo continuo de los motores más modernos, la instalación robotizada se ha concebido con una estructura modular, que permite muchas configuraciones para la integración de numerosos procesos: lavado y enjuague por inmersión, por rociado, desbarbado de alta presión, cepillado, secado y acondicionamiento.
La concepción modular además permite adaptarse en el tiempo a la evolución de los volúmenes productivos, con inversiones graduales y potenciaciones de implementación rápida.