Las instalaciones de tratamiento superficial son generalmente instalaciones que generan una conversión de la superficie de los metales tratados. Pueden ser de tipo de inmersión o de rociado pluriestadio. Los tipos más comunes de conversión que se realizan son:
- en los materiales ferrosos : procesos de fosfatación con hierro, zinc o manganeso. Con estos procesos se aportan revestimientos microcristalinos con espesores variables en función de la aplicación y del tipo de revestimiento. Se utilizan como soporte para el anclaje de procesos sucesivos de pintura, como revestimientos de protección superficial o, como en el caso de la fosfatación con manganeso, para favorecer el antidesgaste y el deslizamiento de piezas en fricción.
- en el aluminio y sus aleaciones : como protección superficial o como base para el prepintado.
Detalles tratados
en los procesos de fosfatación con zinc o manganeso (ejemplo)
componentes mecánicos para coches / como embragues o bielas / componentes mecánicos de los compresores de neveras / manguitos y extremidades roscadas de tubos en el sector de la extracción del petróleo
en los procesos de cromatización o fluoritanación
ruedas de aleación de aluminio / cerramientos para puertas y ventanas / artículos de iluminación y decoración